Me siento escalofriada después de leer las cifras que mueve en el mundo la venta de pelo humano. Un negocio sumergido a veces mezclado con el narcotráfico y los top mantas provocado por el enorme boom de las extensiones de pelo.
Para muestra un botón: Estados Unidos ha importado cabello por valor de 995.000 euros desde 2011. Además, los salones de belleza que venden pelo han aumentado un 28,5% en los dos últimos años, según la plataforma Professional Beauty Association. En Europa, más de lo mismo. Inglaterra es el tercer país importador del mundo y muchas de las empresas de extensiones tienen allí su sede. Facturan más de 53,6 y 71,4 millones de euros al año, menuda broma.
Hace poco organizamos una presentación de los nuevos sistemas capilares ‘Volumate’ de Mercedes Garrosa para mujeres con el pelo fino o alopecias por distintos motivos. Para hacer la demostración del antes y después vino una chica menudita y con muy poco pelo, lo que nos llamó la atención. “Llevo años yendo a la peluquería para que me pongan extensiones de pelo; quería volumen y me dijeron que no era malo para el cabello. El resultado es que me he quedado con cuatro pelos tristes porque poco a poco se me ha ido cayendo el pelo. Me siento estafada”.
El mecanismo es muy sencillo. El cuerpo tiende, en principio, a rechazar todo lo que no es suyo. Si pegas un mechón de pelo postizo a otro natural, la tracción, el tirón que ejerce el pelo falso sobre el propio es dañino y muchas veces provoca la caída del pelo natural. Lógico, estás forzándole a sujetar algo a lo que no estaba acostumbrado. Y cada vez veo más desastres capilares producidos por las dichosas extensiones, que son un negocio redondo al que yo no me prestaría nunca“.
Paris Hilton, Beyoncé, Lindsay Lohan, Victoria Beckham o Penélope Cruz fueron las pioneras en plantarse las extensiones, que se fueron extendiendo al pueblo llano. Great Lengths Hair Extensions, una de las empresas más importantes y con distribución en España, ha aumentado sus ingresos en un 70% en los últimos cinco años. Una de las razones principales de la visita a peluquerías es corregir la falta de volumen capilar. Un problema que se puede solucionar con extensiones. «Las estamos poniendo en unas siete u ocho clientas por semana», han declarado en una muy conocida peluquería. Riiing, caja. Aunque nunca haya sido nuestro negocio, en Tizho´s jamás haríamos negocio a costa de la salud de nadie.
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